El solsticio de invierno, conocido como *Dōngzhì* en chino, es uno de los términos solares más importantes del calendario de 24 períodos de China. Cada año, entre el 21 y el 23 de diciembre, marca el día más corto y la noche más larga del año, así como el punto de inflexión en el que los días se vuelven gradualmente más largos.
El significado cultural de Dōngzhì
El término *Dōngzhì* se traduce como "llegada del invierno". Durante siglos, se ha considerado un momento clave para honrar el equilibrio del yin y el yang, cuando la energía oscura y fría del yin comienza a retroceder, dando paso a la creciente calidez y luz de la energía yang. Esta transición simboliza la esperanza, la renovación y la llegada de la primavera.
Costumbres Tradicionales
En toda China, *Dōngzhì* se celebra con una variedad de costumbres que varían según la región pero comparten los temas de reunión, calidez y nutrición:
1. **Comer bolas de masa**: En el norte de China, es una tradición comer bolas de masa (*jiǎozi*) durante *Dōngzhì*. Cuenta la leyenda que esta costumbre se originó con un médico famoso, Zhang Zhongjing, que servía bolas de masa para proteger a las personas de la congelación durante los duros inviernos.
2. **Tangyuan (bolas de arroz dulces)**: En el sur de China, las familias suelen preparar y disfrutar *tangyuan*, bolas de arroz glutinoso rellenas de rellenos dulces como sésamo o frijoles rojos. Su forma redonda simboliza la unidad y la unión familiar.
3. **Adoración y rituales ancestrales**: Muchas familias aprovechan este tiempo para honrar a sus antepasados, haciendo ofrendas y orando por salud y prosperidad para el próximo año.
4. **Alimentos de temporada**: Para mantener el calor y mejorar la salud, las personas consumen alimentos nutritivos como estofado de cordero, té de jengibre y arroz pegajoso, alineando sus dietas con las demandas de la estación fría.
**Importancia astronómica y filosófica**
Desde una perspectiva astronómica, el solsticio de invierno es un punto de inflexión, ya que la posición del sol comienza a moverse hacia el norte, lo que prolonga la duración del día. En la filosofía tradicional china, refleja el equilibrio cósmico del yin y el yang, un recordatorio de los ciclos de la naturaleza y la conexión de la humanidad con ellos.